Entonces, comencemos...

Para lograr ese efecto, se generan ondas electromagnéticas con longitudes de 12 centímetros que no tienen nada que ver con lo micro y frecuencias de 2 gigahercios. La radiación es emitida por un magnetrón, igual que una transmisión de radio, el cual genera un campo electromagnético que estimula las moléculas de agua y genera calor. Sin embargo, para comprender realmente cómo funciona, primero debemos conocer la estructura de la molécula de agua: H2O. Las microondas penetran en los alimentos y las moléculas de agua tienden a alinearse en la dirección del campo electromagnético generado; chocan entre sí al girar. Además, la placa giratoria del horno hace que las moléculas de agua previamente alineadas requieran una reorientación, consiguiendo así un calentamiento más uniforme.

La aplicación de las microondas a los sistemas químicos representa un nuevo método para acelerar las reacciones químicas, con el consiguiente ahorro de tiempo. Concretamente, las microondas interaccionan con las moléculas de agua, desde la frecuencia de 2450 MHz (12,2 m), incrementando la velocidad de calentamiento. En presencia de las microondas, las reacciones químicas experimentan una fuerte aceleración, bien por la interacción directa de los reactivos o bien indirectamente por medio del disolvente. Desde este punto de vista, resulta de gran importancia seleccionar de forma adecuada tanto los materiales como los disolventes de reacción. Asimismo, hay que tener precaución en la utilización de las microondas, ya que puede existir peligro de explosión por incremento de la presión, sobrecalentamiento, etc. Adquiere especial interés la aplicación de las microondas en química analítica, para la preparación de muestras o para la extracción de diferentes analitos obtenidos a partir de una gran variedad de materiales.